Tuesday, September 30, 2008

I Miss You New York


Hace ya días que dejé New York...
Jet lag, desfases horarios y pamplinas aeroportuarias aparte, sigo pensando en Mi Ciudad de los altos vuelos.
La city de los humos que emergen del suelo y de los edificios que hacen cosquillas a las nubes...
La gran Manzana; tan bonita y esponjosa...

Recuerdo pasar por un Times Square rodeado de espesa niebla y ajetreados peatones; Central Park con sus verdes y profundas selvas a una milla del frío asfalto. Ciudad sembrada de callejuelas temblorosas y personajes de un cuento extraño..

A la memoria se me acercan nítidas imágenes de la calle de los teatros y la ilusión, de la comedia y el terror. Variedades y tiendas franquean graciosamente Broadway desde la zona cero hasta donde mi memoria recuerda... Cuando se junta con la 7ª para crear el universo de los neones y las enormes pantallas; recuerdo Times Square... y lo recuerdo con una niebla que cubría de misterio todo ese lugar.

Las cumbres del Empire State vigilando la isla de las luces deslumbrantes y las llantas relucientes, de los puestos de "hot dog" y los taxis almibarados...
Ay, como te añoro, New York...

Hileras de lujosas limusinas se agolpan bajo el "Lincoln Center". Vestidos de Bisón y trajes de pingüino sostienen a gente de buena percha en una velada con Verdi o Puccini.

Mahtattan es enorme y diminuta; hay espacio para una cocina del infierno o para un trozo de Italia o China, pero no puede albergar la inmensidad de recuerdos que ella misma me ofrece...

Mi vista recorre las calles del viejo Harlem saludando a mis amigos del Ghetto; ese Harlem del que hablaba con tanto cariño García Lorca.
Sigue siendo báscula de esperanzas para un horizonte que imaginan de un color más propio..

Paseo por Wall Street, dónde los móviles y los portátiles bailan al son de los trajes-corbata y de los bailoteos de la bolsa.

Se hace el silencio y un rumor sordo ahoga la atmosfera de congoja... Me acerco a la Zona Cero. Representación del sufrimiento atroz y símbolo del "moving on" patrio. Calles en las que resuenan llantos vacíos y esquinas del recuerdo. Orgullo y terror a partes iguales...

Añoro las calles mojadas y las anchas aceras, con sus desfiles de hormiguitas perfectamente coordinadas pero independientes que caminan bajo el ritmo de los cláxones de los taxis...

Oh, New York, I miss you so much... echo de menos tus manzanas luminosas y cómo me hacías perder el tiempo.
Quédate donde estás y espérame; volveré a por tí... Jamás podré olvidar tus edificios que juegan a ser los más altos y se esconden de la niebla y la sombra. La fina lluvia... El largo camino...

Adiós Manhattan...cuida de tu gente... y cuida de ella también...

Tuesday, June 24, 2008

Dexter, o Cómo aprendí a amar al asesino!


Dexter, Dexter, Dexter....

Hoy quiero hablar de una de las mejores series de suspense de la historia de la televisión.

Y me atrevo ha emitir tan radical juicio porque esta serie se enmarca dentro de la edad de oro de las series de televisión que, por fortuna, nos está tocando vivir.

Si nuestros padres o abuelos pudieron disfrutar de la gran época dorada del cine, en la que brillaban con luz propia grandes directores como John Ford, Orson Welles, John Huston, Billy Wilder, David Lean, Alfred Hitchcock, etc. Nosotros tenemos el privilegio de estar inmersos en la gran ola de la ficción televisiva.
Gracias a cadenas americanas como HBO (Los Soprano, Six feet under), Showtime (Dexter, Weeds), ABC (Lost, Boston legal), Fox (Simpsons, Futurama) o NBC (The Office, My name is Earl) podemos disfrutar de la mayor calidad, en cuanto a ficción se refiere, de toda la historia de la televisión.

Pero de entre todas estas grandes series mencionadas, quería destacar la que para muchos es la mejor serie del 2006: Dexter.
Parece que Cuatro va a empezar a emitirla a partir de este miércoles. Sin duda es un gran acierto, aunque siempre tendrá el handicap de no verse en idioma original (la voz de Michael C. Hall, que hace de Dexter, está fatalmente doblada, al igual que pasa en "Six Feet Under") y de que el nivel intelectual del espectador medio de television en España seguramente imposibilitará su mayor difusión.
Me gustaría saber las cifras de audencia que obtiene la serie. En EEUU ha sido un éxito durante dos temporadas. En España, el país donde triunfa el producto casposo-nacional televisivo, lo tendrá más complicado.

Dexter está basada en el best-seller de Jeff Lindsay "Dark Dreaming Dexter" y narra la vida, en primera persona, de un forense experto en sangre de la policía metropolitana de Miami (los municipales, que diría un castizo). Tiene una hermana, tambíen policía, y una novia cariñosa y amable . Dexter es un tipo sencillo y cordial. Un hermano que escucha y un novio que comprende, incluso un padrastro "guay" para los hijos de su novia...
Pero detrás de esa bonita imagen social se encuentra uno de los mayores psicópatas de Miami.
Su afición no es la pesca ni jugar a los bolos, como creen sus amigos, sino coleccionar muestras de sangre conseguidas de sus víctimas, a las que escoge cuidadosamente y mediante un método casi-perfecto.

Pero no, Dexter no es un psicópata más. No profesa sentimiento alguno por nadie, pero no mata a cualquiera. Él tiene un código. Un código que le ha inculcado su padre adoptivo Harry, un antíguo policía.

Todas sus actitudes y conductas son finjidas gracias a las enseñanzas de su padre adoptivo, que consiguió enseñarle una especie de código de conducta con el que poder aliviar su pasión por la sangre y ayudar al sistema judicial cuando este no funcionase. Es un código sencillo: Dexter debe encontrar a los peores y más crueles criminales que, por alguna razón, no han sido condenados. Despues de comprobar sus crímenes, debe atraparlos y... asesinarlos.
De esta forma Dexter logra satisfacer sus instintos atrofiados más primarios y le hace un bien a la ciudad.
¿Se trata de un justiciero oscuro? (Dark defender le llaman durante la 2ª temporada) ¿una especie de superhéroe extremo? Quizás fuera la única opción que tuvo Harry para canalizar el impulso asesino de Dexter...

Esta serie es enorme por varios motivos.
Se basa en un sólido guión en el que el suspense se entrelaza con maestría con la reflexión moral del protagonista que nos llega a nosotros. Los actores principales y secundarios representan con gran calidad este colage de personajes que rodean a nuestro psicópata, un Michael C. Hall al que ya se le pudo apreciar en "Six Feet Under" con un rol completamente diferente.
Desde la malhablada hermana Debra (Jennifer Carpenter), al siempre simpático Batista (David Zayas), la terrible Teniente LaGuerta (o lagarta, según les caiga), interpretada por Lauren Velez; o el impulsivo y a la vez escéptico Doakes (Erik King); sin olvidar al bizarro Masuoka (C.S. Lee). Todos ellos compañeros de Dexter en la policía de Miami.
Siento especial predilección por la novia de Dexter, Rita, intepretada con gran dulcura por Julie Benz; y por el genial James Remar intepretando al padre de Dexter, Harry (al que sólo conocemos mediante flashbacks).

Además esta serie posee algo muy perturvador. Empatizamos de tal manera con el protagonista que, sin percatarnos, podemos incluso llegar a justificar sus acciones. ¿Qué nos pasa? ¿Por qué adoptamos esa actitud condescendiente con Dexter? ¿Acaso él haría lo mismo con nosotros?

Quizás esto sea carne de otro "asado post-izo", pero se podría analizar la causa de la actitud condescendiente que adoptamos los espectadores ante personajes televisivos tan perversos como el del propio Dexter o el de Toni Soprano de "Los Soprano", etc.

En fin, mi deseo es que la serie triunfe y que llegue al gran público. Es terrible que tenga que verse doblada, ya que se pierde todo el énfasis "actorial" original. Espero que, si gusta, la gente empieze a verla subtitulada (no saben cuánto ganarán).

Ps: No se pierdan en la segunda temporada la aparición espectacular del gran Keith Carradine.
Y disfruten de la intro, en mi opinión, una de las mejores que se ha hecho para un serie en los últimos años.

Un saludo. Despido la conexión.

Meditabundo... en su mundo.

Wednesday, June 04, 2008

El Hombre: El Ser que se sabe Finito


-Este es un fragmento de un trabajo que tuve que hacer sobre el tratamiento de la muerte, tanto en la filosofía como en la literatura-


Naces. Respiras por primera vez gracias a unos toques mágicos de tu primer amigo, el médico. Abres los ojos. Lloras al conocer tu nueva realidad. Conoces a tu madre, la adoras. Creces. Caminas. Juegas. Eres un ser social. Te enamoras. Haces el amor. Estudias. Trabajas. Tienes una bonita casa. Te reproduces, una bonita familia. Tu primer hijo, y el segundo. Pasan los años. Tus hijos crecen, te quieren y te odian, te vuelven a querer...

Y luego.. ¿Qué? La nada, el vacío. Pero como bien dijo aquel existencialista francés de mirada dispersa La nada es nada. No existe... pero entonces y cuando dejamos de existir.. Pues eso, dejamos de existir. No estamos. Adiós memoria, adiós recuerdos, adiós canicas, adiós peonza, adiós primera vez, adiós última vez... ¡Adiós todo!

Aún así seguimos con nuestra vida. Pero Dios ha muerto, es más, lo hemos matado nosotros que lo creamos... y sin embargo sin él no hay esperanza más allá. Una carrera en el que la meta es definitiva. Además no tiene referencias, es radical... No hay más.. ¿Por qué es tan difícil de asumir? Quizás porque se acaba todo... lo bueno y lo malo, lo fabuloso y lo angustiante, lo frío y lo muy caliente... todo.

Quizás una serie de autores; filósofos, literatos, poetas, vividores... nos ayuden a sobrellevar con una u otra solución esta carga existencial. Desde el fuerte Nietzsche hasta el contradictorio Unamuno. Desde el seguro Heidegger al dubitativo Tolstoi. Todos intentan dar una salida a este peso. Unos quieren que miremos de cara a la muerte, y por tanto, a la vida. A otros se les hace más difícil esta angustia y buscan otras salidas metafísicas o religiosas.

“This is the end, my only friend, this is the end” que cantaban The Doors en su particular versión del mito edípico. Pero, unas u otras soluciones, ¿Realmente nos tranquilizan? Desde luego al Mersault de Camus no, en cambio al angustiado de Ivan Ilich, que se refugia en la esperanza post-morten, puede que sí.

¿Que nos pasa? ¿No podemos vivir simplemente con lo que nos da la vida?

En “El Séptimo sello” de Ingmar Bergman, el emperador de los existencialistas cinematográficos, tenemos la propuesta de su protagonista Antonio Block. Él cree creer pero no puede creer en un más allá. Pero no rechaza la fé como esperanza porque sino “la vida no tiene sentido”. El protagonista quiere entender y abrazar el racionalismo, sin embargo sigue creyendo. ¿Por qué? Porque nadie puede, según él, ir por la vida sabiendo que luego no hay nada.

¿Entonces nos hace falta un estímulo metafísico para actuar? Dios no sería más que la imagen de la salvación y del perdurar en nuestro propio ser, ciertamente como también lo entiende Unamuno.

¿Y qué nos dice al respecto Zaratustra, el embajador de la vida con v mayúscula? Por supuesto rechaza estas salidas “fáciles”. Nietszche aboga por disfrutar de la vida sabiendo que es finita y que no hay más. Pero es más que disfrutarla; es gozarla, agarrarla por los cuernos, morderla y saborearla hasta el fondo.


¿Y el tratamiento de este tema en otras obras menos “filosóficas” (al menos aparentemente)?

En uno sus cuentos más estremecedores, “Siete Plantas”, Dino Buzzati nos narra la historia de abatimiento de un hombre, Giuseppe Corte, que se interna en un hospital en el que los enfermos se dividen, según su gravedad, en 7 plantas. En la 7ª están los más leves y en la 1ª los moribundos. Ante la extrema levedad de su enfermedad, Corte es trasladado a la séptima planta. Pero a través de confusiones y “casualidades” el protagonista va descendiendo de nivel, a medida que su fuerza moral se va derrumbando. Aunque al principio Corte es reacio a su traslado progresivo hacia las plantas inferiores, su abatimiento hace mella en él hasta que se percata de su cercano final y de lo terriblemente corta que es la vida.

El tratamiento que se hace de la muerte en “El extranjero” de Albert Camus es diametralmente distinto.

Escrita en 1942, año de la publicación de su gran obra ensayística de tono existencial: “El mito de Sísifo”, “El extranjero” narra la historia de Mersault, un francés como cualquier otro. Un ciudadano anónimo que se torna en singular protagonista de la novela. A través de él Camus nos habla de existencialismo y cotidianeidad. Como buen ejemplo de opuesto al Dasein, Mersault tiene una vida tranquila y sosegada. Muy aburrida si la vemos con ojos nietzscheanos. Pero en el momento en el que comete un asesinato y es codeando (cercana en absurdez a “El Proceso” de Kafka), el protagonista siente el peso del desperdicio que ha sido su vida hasta entonces. Uno más, eso es lo que ha sido. Nota como no ha tomado a la vida por los cuernos y lo poco que la ha aprovechado. Ya decía entristecido, Heidegger, que la radicalidad irreferente de la vida sólo la notaba el sujeto cotidiano cuando se encontraba cercana. Es el caso de Mersault o el de Iván Ilich.

Tantos autores, filósofos, poetas, e incluso cineastas han intentado responder a la angustia que, inevitablemente, produce el hecho de nuestro final... sin embargo, ¿Qué es todo esto? ¿Meras soluciones ad hoc? ¿Podemos realmente consolarnos sobre nuestra temporalidad aprendiendo de las enseñanzas de Zaratustra o del buen hacer del Dasein como “ser vuelto hacia el fin”?

Quizás la alternativa atemporal nos angustie menos. Así, la actitud de Iván Ilich al abrazar un último intento de “vida más allá” sea la más confortable; o la de Antonio Block, que no puede dejar de pensar en una inmortalidad como modo de dar sentido a la vida...

¿Pero... es así? A mi modo de ver ambos son buenos intentos para poder afrontar esta angustia existencial. El problema que tenemos, como seres que nos sabemos finitos, es que somos conscientes de que algún día no estaremos en esta vida... ¿O sí? Quizás en los recuerdos de los demás... Pero, ¿Eso nos sirve?, es decir, ¿Nos hará sentir mejor cuando estemos en el lecho de muerte?

...Demasiadas preguntas para tan poca vida....

Sunday, April 13, 2008

"The Spirit" o el justiciero de Central City


Buenas a todos, Meditabunderos.
Lo primero, siento haber tardado casi dos años en volver a escribir en Meditápolis. Diversas circunstancias me hicieron dejar abandonado el blog durante tanto tiempo.

Entre toda la jauría de películas que se van a estrenar proximamente sobre adaptaciones de comic destacan títulos de la marvel como "Ironman" (sí, todavía quedaba algun marvelhéroe suelto...) protagonizada por Robet Downey Jr. o la enésima versión del "Increible Hulk", esta vez caracterizado por un hipervitaminado Edward Norton. Los fans de Guillermo del Toro podrán deleitarse con la segunda parte de la adaptación a la gran pantalla del comic de Mike Mignola, "Hellboy"; y los seguidores de las aventuras de "Tintín" esperamos con impaciencia su trilogía prevista por los maestros Peter Jackson y Steven Spielberg para 2009 o 2010. Y, por supesto, no faltan las propuestas para la pantalla grande de mangas clásicos como "Akira" o "Bola de Dragón".

Pero de entre todas las propuestas para los próximos años, me gustaría resaltar la más esperada por mí; a saber, la adaptación por parte de Frank Miller del comic "The Spirit" del maestro Will Esiner.
Para la mayoría de los espectadores que sufran el bombardeo mediático y mercadotécnico que se prepara para promocionar la película se tratará, simplemente, de la nueva película de Scarlett Johansson o de Eva Mendes. El público español lo verá como la nueva oportunidad de Paz Vega para triunfar en Hollywood. Otros convendrán en alabarla como la nueva creación del admirado Frank Miller.

Pero esto no es lo importante para mí. Lo principal en los, por seguro, espectaculares títulos de credito será el momento en que reflejen aquello de: Basado en el comic "The Spirit" de Will Eisner...
No creo que seamos muchos los que en este país estemos deseando con cierta inquietud el estreno de "The Spirit", que significa el primer trabajo de Frank Miller en la dirección.
Me parece bastante acertado el hecho de que él mismo lo quiera llevar a cabo. Él era uno de los más queridos discípulos de Will Eisner. En cierto sentido creo, y deseo, que el respeto artístico hacia su maestro hará mantener, valga la redundancia, el espíritu de Spirit.

"The Spirit" fue el mayor éxito del Maestro del Arte Secuencial, Will Esiner.
Nacido en Nueva York en 1917, Esiner comienza a estudiar en el New York Art Student´s League donde adquiere el rápido manejo del lapiz en ámbitos como la anatomía humana, la perspectiva y el dibujo de exteriores.
Despues de terminar sus estudios artísticos comienza a trabajar en la sección de publicidad de un periódico local mientras crea sus primeras historias. Desde un primer momento se ve influido por el arte de Foster o de Caniff y por las historias de Segar (Popeye) o Herriman. Este mestizaje de influencias constituirán el "leitmotiv" de su estilo narrativo, con historias plagadas de realismo y humor negro.
En 1940 crea "The Spirit". Al principio como un suplemento de un diario neoyorkino y convirtiéndose, poco después y gracias a su rápido éxito, en comic-book (novela gráfica) e incluso inaugurando la moda del merchandaising de figuras, juguetes, etc.
Durante segunda guerra mundial, el soldado reclutado Esiner se ve obligado a dejar sus historias en manos de dibujantes como Lou Fine o Jack Kirby ("Spiderman") que lograrán un gran éxito en el futuro.
En 1945, al finalizar la guerra, Eisner retoma las aventuras del justiciero de Central city. Durante este periodo se llevarán a cabo las mejores historias. Su final data de 1952, año en el que el autor decide dar paso a otro tipo de historias, previendo un posible agotamiento en la trama.
Sólo durante los 60 volvió a escribir historias para su personaje estrella, más como homenaje que como un verdadero intento de retomar sus aventuras de forma continuada.

"The Spirit" es la historia de un criminólogo de la policía de Central City, Denny Colt, que es dado por muerto y enterrado tras recibir los disparos de un desquiciado megalómano llamado Doctor Cobra. Al poco tiempo despierta y decide manetener su identidad en secreto, pasándose a denominar "Spirit". Su único cómplice es su antiguo jefe, el comisario Dolan, que le ayuda a instalarse en su nuevo refugio; el cementerio de Wildwood.
Las mujeres tiene un gran protagonismo en las historias de Spirit. Desde su gran amor, la hija del comsiario Dolan, Ellen; hasta las temibles "femmes fatales": P´Gell, Sand Saref, Plaster of Paris, etc. todas ellas con un gran componente erótico y sensual que el autor explota de manera habitual.
Los enemigos pasarán de ser los clásicos antagonistas de los comic-books de la época en las primeras aventuras, a gente más mundana y realista en aventuras posteriores. Atracadores de bancos, traficantes, falsificadores, etc componen un siniestro "collage" arquetípico en la literatura negra de la época. De entre toda la jauría de enemigos de Spirit destaca el más temible de todos: Octopus.
Se trata de un archicriminal que utilizará todos los metodos posibles para librarse de las garras de Spirit y que no dudará en morir antes de descubrir su rostro oculto. Siempre en penumbra o disfrazado, logrará zafarse de Spirit una y otra vez. Su único rastro son un par de guantes oscuros con tres rayas claras.
Todos estos personajes y tantos otros que transitan por las calles de Central City conforman un tapiz espléndido en el que se enmarca toda la corriente de novelas policíacas de los años 40 y 50 de autores como Raymond Chandler o Dashiel Hammett.

El trabajo de Esiner en cada viñeta no tiene nada que envidiar al trabajo de grandes maestros de la secuencia en el cine de esta época como Fritz Lang, Orson Welles, John Huston o Howard Hawks.
Por esto mismo es ciertamente inexplicable el ostracismo que ha sufrido el comic por parte de la industria del cine durante más de 60 años
En este sentido recuerdo leer en páginas de la revista de Spirit de NORMA Editorial como uno de sus redactores habituales narraba, en una entrevista al protagonista de las aventuras, la desesperación del propio Spirit ante el auge de la adaptación al cine de novelas policíacas frente al poco interés de las productoras ante una posible adaptación de sus aventuras.
Con este grito de desesperación, toque paródico incluido, Will Esiner pretendía llamar la atención sobre las enormes posibilidades con las que contaba el llevar a la gran pantalla las historias del justiciero de Central city. Y es que las perspectivas, los planos contrapicados o las tomas subjetivas con las que Eisner dotaba a cada una de sus viñetas hubieran sido un espléndido ejercicio de "story-board" para cualquier obra de cine negro.

Will Esiner murió en 2005 con la esperanza de que algún día se hiciese realidad su deseo de convertir a Spirit en estrella cinematográfica.
Dos años después y sólo gracias a la posterior fama de su más ínclito discípulo, Frank Miller, se ha logrado. Esto puede haber sido posible, por un lado gracias al empeño del propio Miller por hacer realidad los deseos de su maestro y, por el otro, gracias a la ola de adaptaciones de comics que se están realizando durante los que llevamos de siglo.

Sólo deseo que después de tanta espera el señor Miller logre reflejar, con fidelidad, la esencia y el estilo del comic.

Sin Otro particular, despido la conexión.
Meditabundo.... En su mundo.

Friday, April 21, 2006

1er Capítulo: Presentación

Cuaderno de bitácora, año 20 de la nueva era crostiana.

Espero que esta carta llegue a sus manos después de muchos viajes interestelares. Si mis cálculos son correctos ahora mismo deberás estar en el año 4020 de la N.E.C.

Mediante la presente carta deseo que se preserben los datos más importantes de mi época, 4 milenios antes.

Supongo que usted ya sabrá las condiciones sociopolíticas de nuestro mundo. Sin embargo, me detendré a describir, rápidamente, las circunstancias por las que debo escribir la presente carta.

Durante más de 2000 años en el Planeta Azul asoló una de las mayores esclavitudes a las que se ha visto sumido el ser humano. En su tiempo era la esclavitud de la raza de los monoteístas. Anteriormente a esta época, en el mundo conocido se logró construir un civilización culturalmente muy avanzada y, en la que el pensamiento y la reflexión fue una de las grandes claves para su predominio. Sus únicas armas, la palabra y la discusión.

Pero había personas que no soportaban la cultura que promulgaban los sabios de esta civilización.Una serie de personas creían en una deidad, a diferencia del ateísmo de la sociedad de esa época . Esta gente lograron formar una secta que cambiaría y dominaria todo el mundo conocido. Estos individuos crearon la "Gran órden de los maestros de la única fé". A ésta órden pertenecían grandes maestros, sabios y guerreros.

La secta comenzó a crecer mediante la persuasión a personas a las que ellos denominaban "herejes" o "no creyentes" y a las que conseguían persuadir mediante engaños y trucos de salvación.
Cuando la órden consiguió ser lo suficientemente fuerte como para dominar al resto de la civilización decidió comenzar la que ellos llamaron "La guerra contra los infieles". Por la que pretendían someter su ley, la "ley sagrada" a las personas (sabios, maestros, etc) que luchaban por la primacía de la cultura y pensamiento libre de cadenas teístas.

La guerra fue rápida, no hubo mucha oposición. Los Maestros de la única fé lograron someter a toda la población de la civilización.
Pero no lograron dominar a todos los individuos.
Hubo una serie de hombres que evitaron la opresión de los "Maestros". Su única salida era huir de los territorios más píos.
Su Tierra nueva se situó a cientos de miles de kilómetros de El epicentro teísta: La temible ciudad de "Fidestis".
A su nueva tierra la llamaron "Rationas" y su epicentro se situó en una zona de pocos km de extensión. Se llamó "Meditápolis" y pronto logró crear una nueva era de la razón. Los logros de los habitantes de esta ciudad fueron infinitos.

El único problema de Meditápolis fue su inevitable clandestinidad. Debido a su peligrosa actividad cultural fue considerada una ciudad proscrita por los "Maestros de la única fé".
Este inconveniente no evitó que crearan, inventaran, idearan, reflexionaran o descubrieran cosas innovadoras que tanto ayudarían a la humanidad.

Inavitablemente, en un plácido verano del año del año 1700 de la Antigua Era Teísta; los ejércitos de la Órden lograron descubrir la situación geográfica de la tierra de Rationas. A mitad de julio de ese mismo año las tropas del ejercito enemigo bombardearon todo el territorio: destrozaron las edificaciones más preclaras de Meditápolis y mataron a miles de personas.
Todas las muertes eran en nombre de su diós...

Durante más de 300 años se creyó destruida toda raíz de pensamiento libre. "Los Maestros" habían conseguido subyugar totalmente a la población de Rationas. Uno de los maestros fundadores de la órden, y que aún vivía1700 años después, era "El Grán Otsirc" uno de los más poderosos y radicales.
Pero Otsirc creyó mal. Hubo personas que mamaron del espíritu de Rationas y que no consintieron su destrucción.
Entre ellos, uno se destacó por encima de todos los insurrectos. Este personaje luchó por la libertad de su pueblo.
Su pueblo pronto le denominó "Crosti" y con ese nombre pasó a la historia de la humanidad.

Su lucha sirvió de ejemplo a muchos de los que, aún hoy en día, aprendimos a convatir la ignorancia y la hipocresía.

Hoy, 20 años despues de su muerte a manos del ejército pío, la ciudad de Meditápolis sigue existiendo. Hoy en día ya no forma parte de unas tierras. Meditápolis es, actualmente, una estación espacial, que existe lejos de las garras de Otsirc y sus semejantes.

Mi nombre es Susano. Mi responsabilidad dentro de Meditápolis es el compilar y redactar todos los hechos que ocurrieron, ocurren y ocurrirán en todo el mundo. Mi deber es comentar todo lo denominado "freak" del mundo.

Sin otro particular.
Espero que esto no caiga en el olvido.

Susano (Meditabundo)

Tuesday, April 18, 2006

Inauguración de la página

Se inaugura el blog más dlfjkahsnfjkah y añslkdjalsdkj de todo el universo guéb.

A todos los que le interese el tema a tratar deberan esperar a que me eche una buena siesta y piense en un buen tema.

Dentro de poco empezaré a escribir los temas más absurdos que cualquier mente obsesa y enferma pueda crear.

Pues eso, que espereis un tiempo a que escriba algo interesante,.

Un saludo a todos los infrahumanos que se detengan a leer esta absurda incoherencia.

Un saludo.

Meditabundo.