Friday, June 05, 2009

Beyond the end of the road...



Cuántas metáforas?
Una más:

El pequeño se fue a recorrer mundo. Con zapatos viejos y mucha ilusión en los bolsillos, se armó de valor y decidió explorar. La nostalgia fue su compañera al principio, pero se marchó tiempo después dejando al joven a merced del porvenir.
El camino era oscuro al inició. Poco a poco, entre los árboles se fue colando la luz maravillosa del sol. La niebla iba desapareciendo a medida que el aire soplaba a su favor.
El zumo de la experiencia era refrescante y delicioso. Se acostumbró a ese nuevo sendero. Baldosas rojas y blancas y amarillas... y a menudo azules. A lo lejos siempre veía la misma figura: maravillosa y brillante.

Así pasaron los tiempos. El pequeño endureció el rostro y dulcificó el gesto.
Era hora de volver.
Llamaron a la puerta: la nostalgia venía a visitar al joven... en realidad llamaba todos los días, pero nunca se atrevió a dejarle entrar. Esta vez sí.
La nostalgia no quiso que hiciese el viaje de vuelta solo: le mostró el camino que debía tomar.
El camino para el que siempre se estuvo preparando: el que suprimía para siempre la distancia.