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Sunday, February 22, 2009

...And the Oscar goes to...


Hace tiempo que no me da por escribir... y vuelvo para hablar de la ceremonia de las ceremonias del cine made in yankee-land.
Pese a que cada vez se deja influir más por el ambiente del cine independiente de los circuitos europeos y de Sundance, los Oscar siguen teniendo ese aura de grandiosidad plastiquera de la que que sigue siendo exponente ese teatro de lo sueños en que se convierte el Teatro Kodak de Los Ángeles.

Pues bien. yo, como simple mortal y cinéfilo, no puedo evitar incrustarme en la maquinaria de apuestas y quinielas que surgen siempre por estas fechas... ¿No es esto acaso lo más divertido?

Quedan menos de dos horas para el inicio de la ceremonia, así que rápidamente, aquí van mis apuestas y mis deseos para las categorías ppales:


MEJOR PELÍCULA:
-Apuesta: Slumdog Millionaire (Danny Boyle)
-Deseo: El Curioso Caso de B. Button (D. Fincher)
Parece claro el oscar tanto para esta categoría como para la de mejor director para la peli indio-británica... Perfecta para Oscar una peli que mezcla, en su envoltorio, un retrato crudo y descarnado de los bajos fondos indios, con una esencia de típica historia de "Boy meets girl".

MEJOR DIRECTOR:
-Apuesta: Danny Boyle (Slumdog Millionaire)
-Deseo: David Fincher (El Curioso Caso de...)
Si, realmente me encantó la cinta de Fincher. De hecho él es uno de ms directores favoritos. Incluso en esta, su historia más convencional, introduce buenas dosis de su peculiar sentido de la estética cinematográfica que se reflejan en anteriores títulos como "Seven" o "El Club de la Lucha". Dany Boyle me decepcionó una vez más, de hecho mi único aprecio por él proviene de ese genial retrato de la sociedad depresiva de Edimburgo llamado "Trainspotting".

MEJOR ACTOR:
-Apuesta y Deseo: Mickey Rourke (The Wrestler)
Creo y espero que el regreso al cine de masas de el hipervitaminado Ruorke se culmine con su galardón correspondiente. Es una pena que esta cinta no esté entre las cinco candidatas para el premio gordo. Desde "Toro salvaje" no había visto un mejor retrato de la caída a los infiernos de una ex-celebridad. Este tipo de pelis me llenan de manera especial... "El Crepúsculo de los Dioses" o "Eva al desnudo" son dos grandes ejemplos. Es interesante cuánto de autobiográfico tiene este filme. Por supuesto el señor Rourke merece una ovación, y dan ganas de abrazarlo.

MEJOR ACTRIZ:
-Apuesta y Deseo: Kate Winslet (The Reader)
También coinciden mis deseos con mis apuestas en este caso. A medida que pasan los años esta actriz se hace cada vez más grande. Sus personajes adquieren aún más matices y sus gestos se añejan como el buen whisky. "The Reader", en el que hace el papel de una mujer misteriosa, es un buen ejemplo de ello.

MEJOR ACTOR SECUNDARIO
-Apuesta y Deseo: Heath Ledger (The Dark Night)
En uno ejemplo más de ranciedad y reaccionarismo, la academia americana no quiso dar la merecida recompensa a una cinta que con el tiempo se convertirá en un importante punto de inflexión en las adaptaciones de comics. "The Dark Night" es un apabullante ejercicio de acción, thriller y Drama; todo con una amalgama de personajes dignos del mejor cine noir. ¿Qué decir de ese Joker interpretado por el difunto Ledger...? Todo creo que está dicho ya en las críticas casi unánimes. Sólo mencionar que seguramente con los años en las escuelas de cine se estudiara su actuación como ejemplo de profundidad de matices en el antagonista. Algo más que un psicópata, algo más que el mal en sí mismo... D.E.P Señor Ledger... y con un oscar bajo el brazo.

MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA
-Apuesta: Penélope Cruz (Vicky Cristina Barcelona)
-Deseo: Marisa Tomei (The Wrestler)
Peeeee...Nelopeeee!!!! gritaría Almodovar esta noche para devolverle el esperpento a la susosdicha 7 años depsués... Es la apuesta más segura, más teniendo en cuenta que tiene en su haber el Bafta (el único premio que no le ha pisado Winslet, que compite en otra categoría). Pero me niego que sea así. Ví la cinta de Woody Allen; y no, no me parece gran cosa, y la actuación de la Cruz como loca ejjpañola de caracter me parece fría y artificial. No me convenció en absoluto.
Otro rollo es Marisa Tomei, complemento más que perfecto al ajado Rourke en "The Wrestler", sus striptease de vista cansada son más dignos que cualquier salidad de tono de la Pé.

MEJOR GUIÓN ORIGINAL
-Apuesta y Deseo: Andrew Stanton, Jim Reardon, Pete Docter (Wall-E)
Un encanto de película, la enésima obra maestra de la factoría Pixar... y por qué no: la gran victoria de la animación en los oscar. Ya es hora de que una cinta de animación sea considerada como es debida. Ya pasaron los años en que la animación era cosa de críos. Y la fabulosa historia de amor entre dos robots con un nimio diálogo de fondo, sería un perfecto colofón. La apuesta fácil sería la de Milk. Pero no creo que este sea mejor que el de Wall- E, más si cabe las simplezas en las que cae uno y otro... comparen y vean.

MEJOR GUIÓN ADAPTADO
-Apuesta: Simon Beaufoy (Slumdog Millionaire)
-Deseo: Eric Roth, Robin Swicord (El Curioso Caso...)
Una vez más la dicotomía entre las dos, a priori, favoritas de la gala. Una vez más me decanto por la bonita y bién construida trama del viejo que rejuvenece. Una historia redonda y bien finalizada (algo no muy común) con un personaje principal que se nos hace cercano y familiar.
de todas maneras, como creo qeu la gran vencedora será la cinta británica de Boyle, esta categoría será una mera excusa para engordar el palmarés de la misma.

MEJOR FOTOGRAFÍA
-Apuesta: Claudio Miranda (El Curioso Caso...)
-Deseo: Wally Pfister (The Dark Night)
En este caso, valga la redundancia, la cinta de Fincher puede ver engordado su palmarés en esta categoría, arrastrando su, a priori, triunfo en los apartados técnicos. De hecho, la fotografía de todas y cada una de las pelis de Fincher merecen todos los premios fotográficos habidos y por haber. Pero si hay una cinta que se merezca más aún ese premio es la del "Caballero Oscuro". Ese retrato de una Gotham actual y desquebrajada refleja con gran acierto el aroma que se respira en la ciudad del hombre-murciélago.

MEJOR BANDA SONORA
-Apuesta: A.R. Rahman (Slumdog Millionaire)
-Deseo: Thomas Newman (Wall-E)
El productor indio Rhaman, que ha trabajado con artistas indios de gran prestigio, es otro de los posibles beneficiarios de la ola de premios que se espera de la cinta británica. Mi deseo es que el enorme Thomas Newman se lleve un premio que se merece, más que por esta película, por todo su conjunto de obras mágicas que han ayudado a construir el universo Pixar.

MEJOR LARGOMETRAJE DE ANIMACIÓN:
-Apuesta y Deseo: Wall-E
Esta es la apuesta más fácil de toda la noche. No ha tenido un rival de altura en la factoría Dreamworks (Kung-Fu Panda) y la otra rival es de risa (Bolt). Es como si el Barcelona compitiera con el Villajollosa y el Bolluyos del Sur.

Y en las demás categorías: en montaje supongo que se lo llevará la del "Curioso Caso", al igual que en el apartado de Dirección de Arte, Maquillaje y Efectos Visuales. En Efectos sonoros se lo merece Ben Burt con Wall-E. En Sonido, apuesto por "El Caballero Oscuro" y en el relativo a la mejor canción, apuesto por alguna de las dos de "Slumdog Millionaire". No comento ni cortos ni documentales ya que no he podido ver ninguno.

Un saludo.
Esteban.
(Mañana contrastaré resultados...)

Monday, October 06, 2008

80´s is not old-fashioned....


Buenos días:
Ante todo me gustaría recordar al recientemente fallecido Paul Newman. Uno de los últimos grandes del cine clásico que quedaban con vida... Descanse en paz, señor Newman.
Pd: Una sugerencia sobre su filmografía: "El Golpe", "El Buscavidas" o "El Color del Dinero".

Todos tenemos una época de la historia reciente por la que sentimos especial predilección. Los años 50, con ese cine en blanco y negro y las historias detectivescas de Chandler o Hammett; los 60, la década de la incorrección política y las luchas civiles; los 70, la época de la psicodelia y el "alternative lifestyle"; o, mi favorita, los años 80.
Pero, ¿Porqué precisamente los 80? Ciertamente nada importante para la historia ocurrió en la era que transcurre desde 1980 hasta 1989... pero, quizás sea por ello por lo que siento especial predilección por esta década: La Década Olvidada.

Este post lo escribo a raíz del movimiento de vuelta a los 80 que está surgiendo en nuestra sociedad del siglo XXI. Sólo hace falta fijarse en la moda actual para darse cuenta de la cantidad de elementos que surgen directamente de esta época y que se vuelven a llevar.

Hace pocos meses, los aficionados al basket fuimos testigos de una especie de flashback ochentero. Más de 20 años después, Los Ángeles Lakers se disputaban el anillo de la NBA contra los históricos Boston Celtics.
Recuerdo como, de pequeño, deboraba las revistas de NBA que tenía mi hermano. Revistas de mediados y finales de los 80, en las que las protagonistas eran las escuadras amarillas y verdes; los duelos entre Magic Johnson o Kareem Abdlur-Jabbar y Larry Bird o Robert Parish, entre otros.

Es sólo un síntoma más de la vuelta a los ochenta. Es la vuelta al pelo cardado y a las Nike Air Jordan (y demás zapatillas old school que tanto se pueden ver por la calle). Es la nostalgia por las vhs, el walkman, el cassette, el Cubo de Rubick...
Hay cierta añoranza en todo esto.
Pero, cuál es la explicación de toda esta revolución retro?
Lo cierto es que la moda retro o vintage siempre ha tenido un cierto sector de seguimiento. Pero en este caso, el reconocimiento va mucho más allá.
Hay gente que añora los 80 porque fue su época de juventud o niñez. Pero un inmensa mayoría era muy pequeños cuando se derrumbó el muro de Berlin, o cuando estalló la guerra del golfo.
Entonces, ¿Por qué este regreso a los 80?

Quizás, históricamente nos vemos atraídos por la época justo anterior a la que nos tocó vivir. Cierto "revival" existencial que nos hace disfrutar de los recuerdos del pasado reciente.
Es muy problable que si alguien le pregunta a una persona de unos 30 años, cuál es su época preferida responda "los 70", aunque sólo viviese los albores de esta época. (Si respondiese a tan estúpida pregunta, jeje).

En mi caso, en 1989 sólo tenía 3 años, por lo que todo lo que recuerdo de esa época es pasado no vivido directamente.

A diferencia de los 60 o 70, los 80 fueron una época de estabilidad política muy importante. Existían dos bloques antagónicos que practicaban lo que se llamó guerra fría, por la que no había enfrentamientos directos entre ellos.
Fue la década del auge y triunfo del individualismo. La gente, influída por la generación anterior, empezó a actuar con mucha más libertad y sin esa necesidad de esa revolución e inconformismo constante en eras anteriores.

Gobernaban una dama de hierro en Inglaterra, un ex-actor en Estados Unidos y un gordito con gafas en Alemania. Todos ellos, fieles defensores del sistema neo-liberal que premiaba el esfuerzo individual y la economía de mercado (tan impopular en estos días).

Todo esto fue el caldo de cultivo de una generación que estaba desprovista de herramientas con las que luchar por los derechos civiles. Lejos estaban las revueltas de mayo del 68, la guerra de Vietnam o los movimientos feministas de los 70.

Resulta atractiva esa falta de trascendentalidad en los 80. Parece como si esa generación no tuviese que demostrar nada importante para la historia de la humanidad, como si su huella en la crónica del siglo XX fuese menor.
Sin embargo, es la década con más alicientes para la nostalgia del siglo XX.

La mayoría de las películas de entonces rezumaban toques entrañables y imborrables; y dejaban a un lado mensajes proféticos e universales.
La patada de la grulla de Daniel-San al final de Karate Kid, el momento en el que Doc muestra a Marty su máquina del tiempo en un DeLorean, El: "Slooot quiere a Gordyyy" de los Goonies, la frase final que pronuncia el último replicante en "Blade Runner", las míticas escenas de baile en "Flashdance" o "Dirty Dancing", el instante mágico en el que Eliott se despide de E.T., el gran Íñigo Montoya en "La princesa Prometida"....
Todos ellos recuerdos preciosos e inolvidables con copyright ochentero...

En música; predominaron los sintetizadores en el Pop, las baladas en el Heavy, o los teclados y las baterías midi en el Rock.
Surge una movimiento anti- música disco, el estilo que había predominado en la escena musical de los 60 y 70 y que surgió del sonido motown.
Es la edad de inicio del auge del Hip-Hop en América, con bandas como Public Enemy, Run-D.M.C. o, mis favoritos, los Beastie Boys.
Grupos como A-Ha, Alphaville, The Human League, Pet Shop Boys o Tears for Fears ponen de moda el pop de sintetizadores o "synth-pop". Quizás este sea el estilo más reconocible de esta década, gracias a sus toques electrónicos y sus letras llenas de sentimiento "naive" y ritmos enérgicos.
El pop tendrá su rey y reina del momento: Michael Jackson, que triunfaba con su "Thriller" y la eterna "fashionable female" Madonna, que derrochaba erotismo adolescente con su famoso "Like a virgin" (para recordar, el diálogo sobre su significado que mantienen los protagonistas de "Reservoir Dogs").
El Rock sigue su curso con la diversidad de estilos heredados de la música de los setenta, a los que se incorporan estilos tan distintos como el Glam-Metal (canto a la ambigüedad sexual y continuación lógica de grupos como T-Rex) de Motley Crue o Europe, o el Trash-Metal de Metallica o Megadeth.

En cuanto al mundo del deporte, se suceden los boicots olímpicos de EEUU en Moscú 1980 y de la URSS en Los Ángeles 1984; consecuencias de una guerra fría que estaba llegando a su fín.
En futbol, Italia gana en el mundial de naranjito y la Argentina de Maradona gana en México ´86.
Y en basket triunfa el espectáculo made in "Lakers´ Showtime" y el basket de equipo de los Celtics de Bird.

Por otra parte, esta década tiene el terrible honor de iniciar la difusión de los casos de SIDA en occidente. Las figuras del actor Rock Hudson o el jugador de los Lakers, Magic Johnson. Vuelven al mundo en el dolor y la preocupación.

Todo esto es el caldo de cultivo de la generación posterior, que se dejará la pasta en pantalones rotos estilo "Grounge" y en los diferentes sistemas windows y Cd´s de Nirvana.

Así pues, como he tratado de mostrar, la década de los 80 traza un paréntesis entre el contestatarismo de los 60 y 70 y los movimientos alternativos y postmodernos de los 90. Es como el punto de inflexión y, a la vez, oasis de intrascendentalidad que surgió de la generación de naranjito y el Señor Miyagi.
Nunca 10 años provocaron tanto sentimiento nostalgico como el periodo que transcurre desde la celebración de los juegos de Moscú, a la caída del muro de Berlín; auge y final del imperio soviético.

Supongo que muchas cosas se me quedan en el tintero...
¿y vosotros, que recordais de esta época?

Un saludo "fetén".
Meditabundo... en su mundo.

Pd: La omisión de comentarios sobre la repercusión de los 80 en España (la movida madrileña) fue deliberada.

Wednesday, June 04, 2008

El Hombre: El Ser que se sabe Finito


-Este es un fragmento de un trabajo que tuve que hacer sobre el tratamiento de la muerte, tanto en la filosofía como en la literatura-


Naces. Respiras por primera vez gracias a unos toques mágicos de tu primer amigo, el médico. Abres los ojos. Lloras al conocer tu nueva realidad. Conoces a tu madre, la adoras. Creces. Caminas. Juegas. Eres un ser social. Te enamoras. Haces el amor. Estudias. Trabajas. Tienes una bonita casa. Te reproduces, una bonita familia. Tu primer hijo, y el segundo. Pasan los años. Tus hijos crecen, te quieren y te odian, te vuelven a querer...

Y luego.. ¿Qué? La nada, el vacío. Pero como bien dijo aquel existencialista francés de mirada dispersa La nada es nada. No existe... pero entonces y cuando dejamos de existir.. Pues eso, dejamos de existir. No estamos. Adiós memoria, adiós recuerdos, adiós canicas, adiós peonza, adiós primera vez, adiós última vez... ¡Adiós todo!

Aún así seguimos con nuestra vida. Pero Dios ha muerto, es más, lo hemos matado nosotros que lo creamos... y sin embargo sin él no hay esperanza más allá. Una carrera en el que la meta es definitiva. Además no tiene referencias, es radical... No hay más.. ¿Por qué es tan difícil de asumir? Quizás porque se acaba todo... lo bueno y lo malo, lo fabuloso y lo angustiante, lo frío y lo muy caliente... todo.

Quizás una serie de autores; filósofos, literatos, poetas, vividores... nos ayuden a sobrellevar con una u otra solución esta carga existencial. Desde el fuerte Nietzsche hasta el contradictorio Unamuno. Desde el seguro Heidegger al dubitativo Tolstoi. Todos intentan dar una salida a este peso. Unos quieren que miremos de cara a la muerte, y por tanto, a la vida. A otros se les hace más difícil esta angustia y buscan otras salidas metafísicas o religiosas.

“This is the end, my only friend, this is the end” que cantaban The Doors en su particular versión del mito edípico. Pero, unas u otras soluciones, ¿Realmente nos tranquilizan? Desde luego al Mersault de Camus no, en cambio al angustiado de Ivan Ilich, que se refugia en la esperanza post-morten, puede que sí.

¿Que nos pasa? ¿No podemos vivir simplemente con lo que nos da la vida?

En “El Séptimo sello” de Ingmar Bergman, el emperador de los existencialistas cinematográficos, tenemos la propuesta de su protagonista Antonio Block. Él cree creer pero no puede creer en un más allá. Pero no rechaza la fé como esperanza porque sino “la vida no tiene sentido”. El protagonista quiere entender y abrazar el racionalismo, sin embargo sigue creyendo. ¿Por qué? Porque nadie puede, según él, ir por la vida sabiendo que luego no hay nada.

¿Entonces nos hace falta un estímulo metafísico para actuar? Dios no sería más que la imagen de la salvación y del perdurar en nuestro propio ser, ciertamente como también lo entiende Unamuno.

¿Y qué nos dice al respecto Zaratustra, el embajador de la vida con v mayúscula? Por supuesto rechaza estas salidas “fáciles”. Nietszche aboga por disfrutar de la vida sabiendo que es finita y que no hay más. Pero es más que disfrutarla; es gozarla, agarrarla por los cuernos, morderla y saborearla hasta el fondo.


¿Y el tratamiento de este tema en otras obras menos “filosóficas” (al menos aparentemente)?

En uno sus cuentos más estremecedores, “Siete Plantas”, Dino Buzzati nos narra la historia de abatimiento de un hombre, Giuseppe Corte, que se interna en un hospital en el que los enfermos se dividen, según su gravedad, en 7 plantas. En la 7ª están los más leves y en la 1ª los moribundos. Ante la extrema levedad de su enfermedad, Corte es trasladado a la séptima planta. Pero a través de confusiones y “casualidades” el protagonista va descendiendo de nivel, a medida que su fuerza moral se va derrumbando. Aunque al principio Corte es reacio a su traslado progresivo hacia las plantas inferiores, su abatimiento hace mella en él hasta que se percata de su cercano final y de lo terriblemente corta que es la vida.

El tratamiento que se hace de la muerte en “El extranjero” de Albert Camus es diametralmente distinto.

Escrita en 1942, año de la publicación de su gran obra ensayística de tono existencial: “El mito de Sísifo”, “El extranjero” narra la historia de Mersault, un francés como cualquier otro. Un ciudadano anónimo que se torna en singular protagonista de la novela. A través de él Camus nos habla de existencialismo y cotidianeidad. Como buen ejemplo de opuesto al Dasein, Mersault tiene una vida tranquila y sosegada. Muy aburrida si la vemos con ojos nietzscheanos. Pero en el momento en el que comete un asesinato y es codeando (cercana en absurdez a “El Proceso” de Kafka), el protagonista siente el peso del desperdicio que ha sido su vida hasta entonces. Uno más, eso es lo que ha sido. Nota como no ha tomado a la vida por los cuernos y lo poco que la ha aprovechado. Ya decía entristecido, Heidegger, que la radicalidad irreferente de la vida sólo la notaba el sujeto cotidiano cuando se encontraba cercana. Es el caso de Mersault o el de Iván Ilich.

Tantos autores, filósofos, poetas, e incluso cineastas han intentado responder a la angustia que, inevitablemente, produce el hecho de nuestro final... sin embargo, ¿Qué es todo esto? ¿Meras soluciones ad hoc? ¿Podemos realmente consolarnos sobre nuestra temporalidad aprendiendo de las enseñanzas de Zaratustra o del buen hacer del Dasein como “ser vuelto hacia el fin”?

Quizás la alternativa atemporal nos angustie menos. Así, la actitud de Iván Ilich al abrazar un último intento de “vida más allá” sea la más confortable; o la de Antonio Block, que no puede dejar de pensar en una inmortalidad como modo de dar sentido a la vida...

¿Pero... es así? A mi modo de ver ambos son buenos intentos para poder afrontar esta angustia existencial. El problema que tenemos, como seres que nos sabemos finitos, es que somos conscientes de que algún día no estaremos en esta vida... ¿O sí? Quizás en los recuerdos de los demás... Pero, ¿Eso nos sirve?, es decir, ¿Nos hará sentir mejor cuando estemos en el lecho de muerte?

...Demasiadas preguntas para tan poca vida....

Sunday, April 13, 2008

"The Spirit" o el justiciero de Central City


Buenas a todos, Meditabunderos.
Lo primero, siento haber tardado casi dos años en volver a escribir en Meditápolis. Diversas circunstancias me hicieron dejar abandonado el blog durante tanto tiempo.

Entre toda la jauría de películas que se van a estrenar proximamente sobre adaptaciones de comic destacan títulos de la marvel como "Ironman" (sí, todavía quedaba algun marvelhéroe suelto...) protagonizada por Robet Downey Jr. o la enésima versión del "Increible Hulk", esta vez caracterizado por un hipervitaminado Edward Norton. Los fans de Guillermo del Toro podrán deleitarse con la segunda parte de la adaptación a la gran pantalla del comic de Mike Mignola, "Hellboy"; y los seguidores de las aventuras de "Tintín" esperamos con impaciencia su trilogía prevista por los maestros Peter Jackson y Steven Spielberg para 2009 o 2010. Y, por supesto, no faltan las propuestas para la pantalla grande de mangas clásicos como "Akira" o "Bola de Dragón".

Pero de entre todas las propuestas para los próximos años, me gustaría resaltar la más esperada por mí; a saber, la adaptación por parte de Frank Miller del comic "The Spirit" del maestro Will Esiner.
Para la mayoría de los espectadores que sufran el bombardeo mediático y mercadotécnico que se prepara para promocionar la película se tratará, simplemente, de la nueva película de Scarlett Johansson o de Eva Mendes. El público español lo verá como la nueva oportunidad de Paz Vega para triunfar en Hollywood. Otros convendrán en alabarla como la nueva creación del admirado Frank Miller.

Pero esto no es lo importante para mí. Lo principal en los, por seguro, espectaculares títulos de credito será el momento en que reflejen aquello de: Basado en el comic "The Spirit" de Will Eisner...
No creo que seamos muchos los que en este país estemos deseando con cierta inquietud el estreno de "The Spirit", que significa el primer trabajo de Frank Miller en la dirección.
Me parece bastante acertado el hecho de que él mismo lo quiera llevar a cabo. Él era uno de los más queridos discípulos de Will Eisner. En cierto sentido creo, y deseo, que el respeto artístico hacia su maestro hará mantener, valga la redundancia, el espíritu de Spirit.

"The Spirit" fue el mayor éxito del Maestro del Arte Secuencial, Will Esiner.
Nacido en Nueva York en 1917, Esiner comienza a estudiar en el New York Art Student´s League donde adquiere el rápido manejo del lapiz en ámbitos como la anatomía humana, la perspectiva y el dibujo de exteriores.
Despues de terminar sus estudios artísticos comienza a trabajar en la sección de publicidad de un periódico local mientras crea sus primeras historias. Desde un primer momento se ve influido por el arte de Foster o de Caniff y por las historias de Segar (Popeye) o Herriman. Este mestizaje de influencias constituirán el "leitmotiv" de su estilo narrativo, con historias plagadas de realismo y humor negro.
En 1940 crea "The Spirit". Al principio como un suplemento de un diario neoyorkino y convirtiéndose, poco después y gracias a su rápido éxito, en comic-book (novela gráfica) e incluso inaugurando la moda del merchandaising de figuras, juguetes, etc.
Durante segunda guerra mundial, el soldado reclutado Esiner se ve obligado a dejar sus historias en manos de dibujantes como Lou Fine o Jack Kirby ("Spiderman") que lograrán un gran éxito en el futuro.
En 1945, al finalizar la guerra, Eisner retoma las aventuras del justiciero de Central city. Durante este periodo se llevarán a cabo las mejores historias. Su final data de 1952, año en el que el autor decide dar paso a otro tipo de historias, previendo un posible agotamiento en la trama.
Sólo durante los 60 volvió a escribir historias para su personaje estrella, más como homenaje que como un verdadero intento de retomar sus aventuras de forma continuada.

"The Spirit" es la historia de un criminólogo de la policía de Central City, Denny Colt, que es dado por muerto y enterrado tras recibir los disparos de un desquiciado megalómano llamado Doctor Cobra. Al poco tiempo despierta y decide manetener su identidad en secreto, pasándose a denominar "Spirit". Su único cómplice es su antiguo jefe, el comisario Dolan, que le ayuda a instalarse en su nuevo refugio; el cementerio de Wildwood.
Las mujeres tiene un gran protagonismo en las historias de Spirit. Desde su gran amor, la hija del comsiario Dolan, Ellen; hasta las temibles "femmes fatales": P´Gell, Sand Saref, Plaster of Paris, etc. todas ellas con un gran componente erótico y sensual que el autor explota de manera habitual.
Los enemigos pasarán de ser los clásicos antagonistas de los comic-books de la época en las primeras aventuras, a gente más mundana y realista en aventuras posteriores. Atracadores de bancos, traficantes, falsificadores, etc componen un siniestro "collage" arquetípico en la literatura negra de la época. De entre toda la jauría de enemigos de Spirit destaca el más temible de todos: Octopus.
Se trata de un archicriminal que utilizará todos los metodos posibles para librarse de las garras de Spirit y que no dudará en morir antes de descubrir su rostro oculto. Siempre en penumbra o disfrazado, logrará zafarse de Spirit una y otra vez. Su único rastro son un par de guantes oscuros con tres rayas claras.
Todos estos personajes y tantos otros que transitan por las calles de Central City conforman un tapiz espléndido en el que se enmarca toda la corriente de novelas policíacas de los años 40 y 50 de autores como Raymond Chandler o Dashiel Hammett.

El trabajo de Esiner en cada viñeta no tiene nada que envidiar al trabajo de grandes maestros de la secuencia en el cine de esta época como Fritz Lang, Orson Welles, John Huston o Howard Hawks.
Por esto mismo es ciertamente inexplicable el ostracismo que ha sufrido el comic por parte de la industria del cine durante más de 60 años
En este sentido recuerdo leer en páginas de la revista de Spirit de NORMA Editorial como uno de sus redactores habituales narraba, en una entrevista al protagonista de las aventuras, la desesperación del propio Spirit ante el auge de la adaptación al cine de novelas policíacas frente al poco interés de las productoras ante una posible adaptación de sus aventuras.
Con este grito de desesperación, toque paródico incluido, Will Esiner pretendía llamar la atención sobre las enormes posibilidades con las que contaba el llevar a la gran pantalla las historias del justiciero de Central city. Y es que las perspectivas, los planos contrapicados o las tomas subjetivas con las que Eisner dotaba a cada una de sus viñetas hubieran sido un espléndido ejercicio de "story-board" para cualquier obra de cine negro.

Will Esiner murió en 2005 con la esperanza de que algún día se hiciese realidad su deseo de convertir a Spirit en estrella cinematográfica.
Dos años después y sólo gracias a la posterior fama de su más ínclito discípulo, Frank Miller, se ha logrado. Esto puede haber sido posible, por un lado gracias al empeño del propio Miller por hacer realidad los deseos de su maestro y, por el otro, gracias a la ola de adaptaciones de comics que se están realizando durante los que llevamos de siglo.

Sólo deseo que después de tanta espera el señor Miller logre reflejar, con fidelidad, la esencia y el estilo del comic.

Sin Otro particular, despido la conexión.
Meditabundo.... En su mundo.