Hace ya días que dejé New York...
Jet lag, desfases horarios y pamplinas aeroportuarias aparte, sigo pensando en Mi Ciudad de los altos vuelos.
La city de los humos que emergen del suelo y de los edificios que hacen cosquillas a las nubes...
La gran Manzana; tan bonita y esponjosa...
Recuerdo pasar por un Times Square rodeado de espesa niebla y ajetreados peatones; Central Park con sus verdes y profundas selvas a una milla del frío asfalto. Ciudad sembrada de callejuelas temblorosas y personajes de un cuento extraño..
A la memoria se me acercan nítidas imágenes de la calle de los teatros y la ilusión, de la comedia y el terror. Variedades y tiendas franquean graciosamente Broadway desde la zona cero hasta donde mi memoria recuerda... Cuando se junta con la 7ª para crear el universo de los neones y las enormes pantallas; recuerdo Times Square... y lo recuerdo con una niebla que cubría de misterio todo ese lugar.
Las cumbres del Empire State vigilando la isla de las luces deslumbrantes y las llantas relucientes, de los puestos de "hot dog" y los taxis almibarados...
Ay, como te añoro, New York...
Hileras de lujosas limusinas se agolpan bajo el "Lincoln Center". Vestidos de Bisón y trajes de pingüino sostienen a gente de buena percha en una velada con Verdi o Puccini.
Mahtattan es enorme y diminuta; hay espacio para una cocina del infierno o para un trozo de Italia o China, pero no puede albergar la inmensidad de recuerdos que ella misma me ofrece...
Mi vista recorre las calles del viejo Harlem saludando a mis amigos del Ghetto; ese Harlem del que hablaba con tanto cariño García Lorca.
Sigue siendo báscula de esperanzas para un horizonte que imaginan de un color más propio..
Paseo por Wall Street, dónde los móviles y los portátiles bailan al son de los trajes-corbata y de los bailoteos de la bolsa.
Se hace el silencio y un rumor sordo ahoga la atmosfera de congoja... Me acerco a la Zona Cero. Representación del sufrimiento atroz y símbolo del "moving on" patrio. Calles en las que resuenan llantos vacíos y esquinas del recuerdo. Orgullo y terror a partes iguales...
Añoro las calles mojadas y las anchas aceras, con sus desfiles de hormiguitas perfectamente coordinadas pero independientes que caminan bajo el ritmo de los cláxones de los taxis...
Oh, New York, I miss you so much... echo de menos tus manzanas luminosas y cómo me hacías perder el tiempo.
Quédate donde estás y espérame; volveré a por tí... Jamás podré olvidar tus edificios que juegan a ser los más altos y se esconden de la niebla y la sombra. La fina lluvia... El largo camino...
Adiós Manhattan...cuida de tu gente... y cuida de ella también...
Jet lag, desfases horarios y pamplinas aeroportuarias aparte, sigo pensando en Mi Ciudad de los altos vuelos.
La city de los humos que emergen del suelo y de los edificios que hacen cosquillas a las nubes...
La gran Manzana; tan bonita y esponjosa...
Recuerdo pasar por un Times Square rodeado de espesa niebla y ajetreados peatones; Central Park con sus verdes y profundas selvas a una milla del frío asfalto. Ciudad sembrada de callejuelas temblorosas y personajes de un cuento extraño..
A la memoria se me acercan nítidas imágenes de la calle de los teatros y la ilusión, de la comedia y el terror. Variedades y tiendas franquean graciosamente Broadway desde la zona cero hasta donde mi memoria recuerda... Cuando se junta con la 7ª para crear el universo de los neones y las enormes pantallas; recuerdo Times Square... y lo recuerdo con una niebla que cubría de misterio todo ese lugar.
Las cumbres del Empire State vigilando la isla de las luces deslumbrantes y las llantas relucientes, de los puestos de "hot dog" y los taxis almibarados...
Ay, como te añoro, New York...
Hileras de lujosas limusinas se agolpan bajo el "Lincoln Center". Vestidos de Bisón y trajes de pingüino sostienen a gente de buena percha en una velada con Verdi o Puccini.
Mahtattan es enorme y diminuta; hay espacio para una cocina del infierno o para un trozo de Italia o China, pero no puede albergar la inmensidad de recuerdos que ella misma me ofrece...
Mi vista recorre las calles del viejo Harlem saludando a mis amigos del Ghetto; ese Harlem del que hablaba con tanto cariño García Lorca.
Sigue siendo báscula de esperanzas para un horizonte que imaginan de un color más propio..
Paseo por Wall Street, dónde los móviles y los portátiles bailan al son de los trajes-corbata y de los bailoteos de la bolsa.
Se hace el silencio y un rumor sordo ahoga la atmosfera de congoja... Me acerco a la Zona Cero. Representación del sufrimiento atroz y símbolo del "moving on" patrio. Calles en las que resuenan llantos vacíos y esquinas del recuerdo. Orgullo y terror a partes iguales...
Añoro las calles mojadas y las anchas aceras, con sus desfiles de hormiguitas perfectamente coordinadas pero independientes que caminan bajo el ritmo de los cláxones de los taxis...
Oh, New York, I miss you so much... echo de menos tus manzanas luminosas y cómo me hacías perder el tiempo.
Quédate donde estás y espérame; volveré a por tí... Jamás podré olvidar tus edificios que juegan a ser los más altos y se esconden de la niebla y la sombra. La fina lluvia... El largo camino...
Adiós Manhattan...cuida de tu gente... y cuida de ella también...
2 comments:
Tus descripciones me han traído nostalgia...
¿Alguna vez volveremos?
espero que sí, y podamos encontrarnos en Times Square otra vez...
I hope so Lady Carla... I hope so... so much
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