Friday, June 05, 2009

Beyond the end of the road...



Cuántas metáforas?
Una más:

El pequeño se fue a recorrer mundo. Con zapatos viejos y mucha ilusión en los bolsillos, se armó de valor y decidió explorar. La nostalgia fue su compañera al principio, pero se marchó tiempo después dejando al joven a merced del porvenir.
El camino era oscuro al inició. Poco a poco, entre los árboles se fue colando la luz maravillosa del sol. La niebla iba desapareciendo a medida que el aire soplaba a su favor.
El zumo de la experiencia era refrescante y delicioso. Se acostumbró a ese nuevo sendero. Baldosas rojas y blancas y amarillas... y a menudo azules. A lo lejos siempre veía la misma figura: maravillosa y brillante.

Así pasaron los tiempos. El pequeño endureció el rostro y dulcificó el gesto.
Era hora de volver.
Llamaron a la puerta: la nostalgia venía a visitar al joven... en realidad llamaba todos los días, pero nunca se atrevió a dejarle entrar. Esta vez sí.
La nostalgia no quiso que hiciese el viaje de vuelta solo: le mostró el camino que debía tomar.
El camino para el que siempre se estuvo preparando: el que suprimía para siempre la distancia.

4 comments:

Meditabundo said...

Pd: la fotografía es del americano Ansel Adams (en el desierto de nevada). Uno de los mejores fotográfos americanos del siglo XX.

María said...

Qué metafórico eres, asqueroso (ya sabes que sin ese adjetivo, no soy yo).
Sigue escribiendo como sólo tú sabes, anda.Y yo te seguiré leyendo como admiradora fiel que soy a Meditápolis.
(A pesar de su inicio con un tal OTSRIC...) ;P

Anonymous said...

Prefiero a Edward Weston, pero este tb me gusta bastante.
-Cecilia-

Anonymous said...

"(...)El camino para el que siempre se estuvo preparando: el que suprimía para siempre la distancia" qué grande!!! si lo consiguió dile que me lo cuente, que me enseñe...necesito perfeccionar la técnica