Hace frío en Madrid.
Llega el invierno y con él, el frío, el viento, las tardes cortas, las noches sin fin...
Ah, y la navidad. Esa época del año en que todos nos acordamos de todos, hay cierto aroma a castaña asada por la calle y las bombillitas lucen por las aceras.
Claro, una fiesta made in Corte Ingles no puede olvidar los regalos, las cenas y las fiestas... no puedo llegar a imaginar lo que las familias se gastan todos los años por estas fechas en cosas que, en muchos casos, no se suelen consumir.
Fechas en las que a todo el mundo le da por ser buenos y solidarios. Se ve que el frío refresca corazones y emblandece espíritus... No se, supongo que tendrá que ver con la raíz cristiana de estas festividades.
Lo cierto es que la navidad es una derivación de las fiestas paganas en honor al solsticio de invierno, pero los hijos de Jesucristo la adoptaron y rebautizaron a su gusto. Al igual que hicieron con la biblia...
En fin, no me gustan demasiado las navidades tal cuál se suelen ver en los anuncios de turrón y juguetes. Pero por suerte, en mi casa se celebran de otra forma. Sí, tendremos árbol; pero será un servidor el encargado de decorarlo y me temo que no tendrá mucho que ver con los que se ven en las pelis "made in Yankee-land". Cuando lo tenga preparado le sacaré una foto para el blog.
Por otra parte, la cena de noche-buena es pura retórica. Sí, cenamos en familia, pero la típica cristiana. Parte de mi familia vive muy lejos (al otro lado del charco) por lo que ese excedente lo rellenan genialmente amigos de mis padres que son cuasi-familia. No cenamos pavo ni cordero, sino asado, ensaladas y pasteles. No vemos los especiales de las teles (telepasión o como se llame) sino que jugamos al truco y al continente (semi-experto).
Todos nos vestimos con estilo, eso sí. Pero no hay lugar para los vestidos de gala ni para los trajes pingüino.
El día de navidad solemos comer algo ligero y no esas comilonas "encasadelaabuela"(no apetece mucho seguir cargando el estómago). Suele venir mi hermano pero no hay reunión megalítica ni galáctica.
..y qué decir de Noche-Vieja... Pues parecido a nochebuena, pero con uvas y fiesta. Si, en casa se comen las 12 uvas de rigor, pero a mi no me gustan y me dedico, desde que tengo uso de razón, a admirar cómo enormes buches engullen hasta 7 u 8 uvas a la vez, con el correspondiente atragantamiento posterior. Llamadas desde Argentina para felicitar el nuevo año, apuestas sobre cuál será el primer anuncio del año...
...Y ahí se acabó la tele y empiezan los juegos de mesa. Mi familia es fanática de siempre de los juegos de mesa y no pueden faltar en el nuevo año. No entiendo esas familias que tras las doce campanadas se sientan en el sofá como zombies mientras imágenes absurdas en movimiento les abducen. ¿Realmente hay alguien que disfrute viendo la programación televisiva de año nuevo? Lo dudo mucho...
Luego viene la fiesta de fin de año. Día perfecto para estar con todos los amigos (al menos los que no tengan mejores cosas que hacer con sus parejas...) hasta altas horas del día. Un día para quitarse los malos royos del año y desfasar y ultrafasar.
No me gusta la navidad. Me gusta mi navidad.
O Holy Night - Tracy Chapman
3 comments:
Ay......... si es que es verdad, este es el 4to año que paso navidad sin pareja, que eso añadiendole las fechas nostálgicas mas los berengenales que se montan todos respecto a estas fiestas, es más deprimente.
Que pase deprisa!!ç
Por cierto, tu post es tan similar a mis pensamientos que me entran ganas de irme a Madrid y raptarte, lástima que vivamos lejos y que nos odiemos ;)
si, el odio es una barrera... además del hecho de que seas la noche y yo el día... :)
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Luego viene la fiesta de fin de año. Día perfecto para estar con todos los amigos (al menos los que no tengan mejores cosas que hacer con sus parejas...) hasta altas horas del día.
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ZAS! En toda la boca...
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