Saturday, December 27, 2008

Paisaje Sub-Urbano...


...Una vez más bajé corriendo las intrincadas escaleras del metro hacia el andén. Uff, casi lo pierdo... las puertas se cerraron de golpe justo detrás mío.

Miré a mi alrededor buscando ubicarme y encontrar algún sitio libre. A cada lado del vagón había una hilera de asientos desgastados. Todos llenos.
Me apoyé en las puertas cerradas del otro lado esperando algún asiento libre. No tuve que esperar mucho, en la siguiente parada se bajaron un par de abuelos. Me senté a lado de un anciano de aspecto amable y de una mujer de mediana edad con un niño en brazos. En frente, un par de chavales adolescentes con actitudes pre-púberes se reían forzadamente de cada cosa que hablaban mientras movían de un lado a otro sus cabezas coronadas por unas gorras de visera desproporcionada. "Yo también pasé por eso", pensé; y me puse los cascos para aislarme de sus carcajadas.
Empecé a rebuscar en mi iPod intentando encontrar la melodía perfecta que me acompañaría durante el trayecto. Siempre elijo las canciones de acuerdo a mi estado de animo; en esa ocasión le dí al "play" cuando llegué a la "p" de Placebo. Las primeras notas de "every you & every me" sonaron en mi cabeza. Cerré los ojos y dejé volar mi imaginación.

Filosofía entre nubes, pintorescos decorados de papel maché. Un tren que nunca sale y otro que jamás para. Despego del suelo y navego al ras de las vías. Todo se ve pequeño e insignificante a ojos de pájaro. Pulgas que nacen, crecen, se reproducen y mueren recorren los caminos ensombrecidos. Ojo, me asomo a la vera de un lago y la imagen que me devuelve no es más alentadora. ¿Uno más u otro igual? ¿Nadie o alguien? ¿Despegar o aterrizar? Cruzar el horizonte y viajar a donde la tierra se une al cielo...

De pronto noté que alguien me estaba hablando.

-...la última parada?

-¿Perdona? -dije mientras me quitaba uno de los cascos y descendía al mundo real- no te he oído...

-Que si sabes si Plaza Castilla es la última parada- me respondió sonriendo.

-No, no es la última parada. Quedan tres paradas, creo, para Plaza Castilla... a ver..
(Me acerqué para observar un plano que había en una de las ventanas)... Sí, tres paradas.

-Ah, gracias... como verás soy nueva aquí...-dijo sin dejar de sonreír.

En ese momento me fijé en ella. Estaba ocupando el lugar que había dejado el anciano. Era un chica de aspecto alegre y despreocupado. Una melena larga y frondosa le caía paulatinamente sobre sus hombros, Tenía ciertos rasgos exóticos y ojeaba de manera inquieta el resto del vagón. No, no era la típica chica de tren.

-Vaya, ¿Hace poco que estás en Madrid?- Le pregunté mientras apagaba el iPod y enrollaba el cable de los cascos.

-Sí, me mudé hace dos días y todavía me pierdo un poco... supongo que me terminaré acostumbrando...

-Claro, además seguro que te gusta. Madrid tiene un encanto añejo que le hace muy especial... yo vivo en las afueras, pero siempre que puedo, me doy una vuelta por las calles del centro: Arenal, Gran Vía, Preciados... es genial de noche.

-Sí, eso me han dicho, tengo muchisimas cosas que visitar: el Prado, el Reina Sofía, El Palacio de Oriente...-Dijo ella con una sensación mezcla de cansancio e ilusión que se reflejaba en sus ojos.

-¿Y de donde vienes?

-Soy del sur, aunque supongo que no parece por mi acento...

-Jeje, es cierto.

"Próxima Parada: NUEVOS MINISTERIOS"

-¿Nuevos Ministerios? Aquí me bajé cuando llegué... me acuerdo porque me hizo mucha gracia el nombre...

-¿Viniste en tren? pensé que la gente ya no solía viajar en tren... parece de otra época...

-¿Pues sí! -Dijo Ella- Me encanta viajar en tren... la verdad es que es lo prefiero al avión, me deja más tiempo para leer, pensar... no se.
Me estás mirando con una cara... ¿Parezco muy rara?

-Sí, desde luego... ¡pero es genial! Yo suelo viajar mucho en tren, no es que lo prefiera al avión... pero me gusta perder el tiempo mientras miro el paisaje... me sirve para relajarme. Pero odio los horarios...

En ese momento nos quedamos mirando sin decir nada... supongo que no teníamos nada más que decir... o que la conversación seguía en pensamientos.

"Próxima Parada: SANTIAGO BERNABEU"

-¿Sabes lo que nos hace falta ahora? -le pregunté con aire decidido- ¡Un capuccino!

Me miró con cara de asombro, pero se empezó a reír.

-Vaya, me encantaría, pero creo que ya llego tarde al trabajo... -Se disculpó ella.

Una mujer mayor que acababa de ocupar uno de los asientos de los pre-púberes me miró con cara de "le doy el pésame" o "vaya... pobrecito, parecía tan majo..."

-Bueno, qué le vamos a hacer -le contesté un poco desilusionado- ¿Tienes un jefe estricto?

-No, la verdad es que yo soy la jefa... pero supongo que debo dar buen ejemplo. Jejeje.

Me sorprendió un poco su respuesta, siempre que pienso en el jefe de algo me vienen a la cabeza dos imágenes: la de un hombre mayor y canoso con mala leche o la de una mujer bastante masculina con aire de general alemán...

-Oh! que bueno... ¿y a qué te dedicas? -le pregunté con verdadera curiosidad.

-Pues llevo una revista de moda, soy la directora.

-Ops! vaya nivel... (La verdad es que a simple vista se le veía un nivel de vestuario poco acorde con la fauna que suele poblar el metro) ¿Por eso estás en Madrid?

-Sí. Yo estaba trabajando en royos de marketing en un empresa, pero siempre me gustó la idea de trabajar en una revista. Me hicieron una oferta para Madrid... ¡Y no la pude rechazar! -Dijo ella sonriendo.

"Próxima Parada: CUZCO"

-Pues tu parada es la siguiente... -le dije con cierta tristeza.

-Vaya... que pena. Me encanta las amistades que nacen de encuentros fortuítos... ¿Por qué no me das tu número y quedamos un día a tomar café?

-Genial, (arranqué un trozo de papel de un viejo señalador y le anoté mi teléfono) pero no me des el tuyo.

Ella me miró con bastante extrañeza. Supongo que empezaría a pensar en mi caracter, borde por naturaleza, y le parecía todo aún más raro.

-¿Qué?

-No, no me entiendas mal. -dije, midiendo mis palabras- Es que prefiero que tengas tú la última palabra. Si me das tu número me entrarán ganas de llamarte y no quiero que te sientas obligada.

-Bueno -respondió con perplejidad- Pues espero que nos veamos algún día... Esteban -dijo leyendo la nota.

Dobló el papelito con delicadeza y lo sumergió en la profundidad de su bolso marrón.

"Próxima Parada: PLAZA DE CASTILLA"

Recogió su bolso y su chaqueta, y se levantó para acercarse a la puerta. Antes se acercó a mí para darme dos besos.

-Nos vemos Esteban -dijo mientras me sonrojaba ambas mejillas.

-Nos vemos... Oye, ¿Sabes que no me has dicho tu nombre? -pregunté con curiosidad.

El metro empezó a pararse y la gente comenzó a abarrotar la salida.

-Que más da, -Contestó ella con una media sonrisa en la cara -sólo soy una chica del tren... -la sonrisa se hizo completa y deslumbrante.

En ese momento se abrieron las puertas y ella se convirtió en una hormiguita más entre la marabunta de gente saliendo del vagón...



---Dedicado a la chica del tren.---

Saturday, December 20, 2008

Dubiquem Alherae


-Bueno, creo que se acabó la partida; yo gano.

-Mm, supongo que era lo que tenía que pasar... Y ahora que?

-Ahora te vienes conmigo, tu sitio ya no está aquí. Espero que te despidieses de todo esto...

-Supongo que uno nunca acaba de despedirse, quizás sea ese el problema.

-Tranquilo, forma parte de la historia.

Friday, December 12, 2008

Catarsis exhibicionista

Bueno, hace unos días que terminó la encuesta del blog. Creo que es el momento de analizarla:

¿Es este blog el menos leído de la red? era la pregunta que os hacía. Con 11 votos emitidos, algo así como un 200% de la gente que suele leer esto, el resultado es:

-No, sólo que no dejan comentarios (36%)
-No, es que te tienen miedo (27%)
-Ahh, es un blog?? (27%)
-Si, sin duda (9%)

Parece que la respuesta mayoritaria es que simplemente la gente no deja comentarios. Esto podría sugerir una posterior encuesta acerca de si éste es el blog menos comentado, pero sería aburrido y redundante.
Así que hay gente que lee los post y no comenta.... uff, el típico vía crucis del blogger. Para alguien que escribe un blog, es tan importante ser leído como ser comentado. Sí, parece una tontería, pero nosotros no nos damos cuenta de quién nos lee y si gusta lo que se lee, si no hay comentarios...
No cuesta nada leer un post y comentarlo, aunque sea una aparente pérdida de tiempo. Es muy satisfactorio abrir el blog y ver que hay gente que comenta lo que escribes. Es una especie de valoración de tu trabajo.
Quien escribe un blog, escribe para un público, para encontrar a gente que comparta o rechace lo que piensa. Para disfrutar observando como hay personas que se sienten conmovidas de alguna manera por lo que un hace.
Es esa "catarsis exhibicionista" la que mueve a un blogger a pasarse horas dándole vueltas a un tema para postear. Ese es su leit motiv final: El reconocimiento del público. Y la manera más directa para comprobar eso son los comentarios.

Gracias, de todas maneras, por leerme.

Os dejo con el rey camaleón... y el mayor Tom.

Space Oddity - David Bowie

Wednesday, December 10, 2008

Navidad? Que Navidad?

Hace frío en Madrid.
Llega el invierno y con él, el frío, el viento, las tardes cortas, las noches sin fin...

Ah, y la navidad. Esa época del año en que todos nos acordamos de todos, hay cierto aroma a castaña asada por la calle y las bombillitas lucen por las aceras.

Claro, una fiesta made in Corte Ingles no puede olvidar los regalos, las cenas y las fiestas... no puedo llegar a imaginar lo que las familias se gastan todos los años por estas fechas en cosas que, en muchos casos, no se suelen consumir.

Fechas en las que a todo el mundo le da por ser buenos y solidarios. Se ve que el frío refresca corazones y emblandece espíritus... No se, supongo que tendrá que ver con la raíz cristiana de estas festividades.
Lo cierto es que la navidad es una derivación de las fiestas paganas en honor al solsticio de invierno, pero los hijos de Jesucristo la adoptaron y rebautizaron a su gusto. Al igual que hicieron con la biblia...

En fin, no me gustan demasiado las navidades tal cuál se suelen ver en los anuncios de turrón y juguetes. Pero por suerte, en mi casa se celebran de otra forma. Sí, tendremos árbol; pero será un servidor el encargado de decorarlo y me temo que no tendrá mucho que ver con los que se ven en las pelis "made in Yankee-land". Cuando lo tenga preparado le sacaré una foto para el blog.

Por otra parte, la cena de noche-buena es pura retórica. Sí, cenamos en familia, pero la típica cristiana. Parte de mi familia vive muy lejos (al otro lado del charco) por lo que ese excedente lo rellenan genialmente amigos de mis padres que son cuasi-familia. No cenamos pavo ni cordero, sino asado, ensaladas y pasteles. No vemos los especiales de las teles (telepasión o como se llame) sino que jugamos al truco y al continente (semi-experto).
Todos nos vestimos con estilo, eso sí. Pero no hay lugar para los vestidos de gala ni para los trajes pingüino.

El día de navidad solemos comer algo ligero y no esas comilonas "encasadelaabuela"(no apetece mucho seguir cargando el estómago). Suele venir mi hermano pero no hay reunión megalítica ni galáctica.

..y qué decir de Noche-Vieja... Pues parecido a nochebuena, pero con uvas y fiesta. Si, en casa se comen las 12 uvas de rigor, pero a mi no me gustan y me dedico, desde que tengo uso de razón, a admirar cómo enormes buches engullen hasta 7 u 8 uvas a la vez, con el correspondiente atragantamiento posterior. Llamadas desde Argentina para felicitar el nuevo año, apuestas sobre cuál será el primer anuncio del año...
...Y ahí se acabó la tele y empiezan los juegos de mesa. Mi familia es fanática de siempre de los juegos de mesa y no pueden faltar en el nuevo año. No entiendo esas familias que tras las doce campanadas se sientan en el sofá como zombies mientras imágenes absurdas en movimiento les abducen. ¿Realmente hay alguien que disfrute viendo la programación televisiva de año nuevo? Lo dudo mucho...
Luego viene la fiesta de fin de año. Día perfecto para estar con todos los amigos (al menos los que no tengan mejores cosas que hacer con sus parejas...) hasta altas horas del día. Un día para quitarse los malos royos del año y desfasar y ultrafasar.

No me gusta la navidad. Me gusta mi navidad.

O Holy Night - Tracy Chapman